domingo

principio


1
La vanidad me hace pensar que él sabía que yo era un escritor, que me había leído y por eso me eligió para entregarme su manuscrito. No es algo que pueda saber. Por lo que me consta, pudo haberselo entregado al primer desconocido que encontró. Tal vez mi recepción obedecía a un calculado juego. Tal vez ya estaban coordinados los pasos siguientes, que juzgué míos. Tal vez ni siquiera eran sus versos: ese cuaderno pasaba ritualmente de mano en mano. Esa tarde no cruzamos una sola palabra. Se acercó a mi mesa, dejó junto a la tasa de café su cuadernito de tapas azules, y desapareció. Pensé, en un principio, que era un vendedor de artesanías. El cuadernito me parecía bonito, lo tomé y ví como pasaba junto a la ventana el muchacho, perdiéndose. Abrí el cuaderno, y noté que estaba todo escrito. Una letra apurada, desprolija. Azul. Eran haikus.
2
Después de haber leído los haikus del muchacho, pensé que era un poco injusto que el circuito se acabase así. No sabía su nombre, ni tenía modo de dar con él. Pregunté al mozo: jamás lo había visto. Quedé sin poder replicar sobre su trabajo. Ahí fue cuando se me ocurrió crear un blog, subir sus sutiles ejercicios literarios. Desconozco con qué propósito. Me basta saber que es una bella historia. Prefiero ser el puente de estos versos, que el lugar donde encallan.
3
De los haikus puedo decir que algunos no están mal. La mayoría no obedece a la métrica establecida por el lejano oriente, pero andan cerca. Algunos simplemente parecen aforismos baratos. Pocos cumplen la sentencia de Basho: capturar el aquí y el ahora. Son más de 400 (no los conté). No publicaré todos de inmediato. Guardaré algunos en el cuaderno todavía, y cada tanto iré revelando - y consecuentemente perdiendo - algún otro. No me parece celoso pretender guardarme un par para mí.
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7 comentarios:

Anónimo dijo...

bellísimo espacio. pero no te creo la historia del principio.

Lidia Gaytán dijo...

Una delicia estos Haikus.
No hace mucho encontre esta pag tuya, me quedé intrigada hacerca de estos haikus ya que en Infimos Urbanos haces referencia de ellos, bueno me han encantado, espero que no se guarde demaciados para ud, ya que son muy lindos. El sentimiento es bueno.
Saludos desde México.
Lidia Gaytán

Acuarius dijo...

Es agradable este blog.

Debret Viana dijo...

pues Lidia, lo cierto es que en el cuaderno hallado quedan casi cien. habrè de ir llenando esta página de a poco. creo que merecen ser tratados con delicadeza, y no vaciarlos abruptamente como un trámite. gracias por haber dejado tantas marcas de tu lectura.

gracias, sol lunar.

y belu, es una historia. se puede creer o no. a los efectos de la historia, el escepticismo del lector es irrelevante.

Anónimo dijo...

es usted realmente intrigante...

Debret Viana dijo...

me preocupo por vestirme misteriosamente cada vez que salgo a la calle.

JARDIN HAIKU: El Arte de Vivir el Instante dijo...

Me parece sencillamente maravilloso!!!!!!!!!!!!!

un abrazo!
Verónica desde Jardín Haikú