sábado

arte poética

encontrar en la calle
una muchacha que más o menos conocemos
abrir el cuaderno
y escribir algo
en posición estratégica para
ser visto por ella.
y como ella no nos ve
seguir escribiendo
para justificar la tarde
y no sentirnos
del todo patéticos
y en algún punto, casi
como un coartada del tiempo
perdido
tener una obra
publicar
firmar autógrafos
responder preguntas en entrevistas
esas cosas
industriales
para sostener la desdicha
de que nunca esa
muchacha se entere
de los libros en las estanterías
que llegue tarde
a las entrevistas
y nos pida un autógrafo
porque pensó que eramos
otro escritor
cuyo libro una amiga
le prestó,
la semana pasada,
un tal pablo pérez.

1 comentario:

Ciertamente dijo...

Muy bien, adelante, gracias por esos textos.